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jueves, 7 de enero de 2016

NUEVO AÑO, VIEJO PROPÓSITO

De nuevo encaramos un nuevo año. Como todos, lleno de proyectos. Los típicos...comer más sano, menos dulces, más deporte, más cultura...

Y uno viejo, muy viejo, hasta ahora incumplido, al menos de forma constante.

Amar más, centrarse en los afectos y como escribió una instagramer " dejar la artillería pesada en el suelo".

Esa artillería, vestida de reproches y pequeñas ( o grandes) frustraciones que van minando el día a día, destrozan la tan soñada armonía familiar, y se cargan el año.

Se acabó! A la mierda! Ya no las vamos a alimentar más.

Efectivamente, no llegaremos a todo, y que?  No vamos a tener tiempo para nosotros (apenas), y qué?    No vamos a realizar ni la mitad de los proyectos que tenemos en mente, y qué? Terminaremos agotados y con la lengua  fuera 7 días cada semana, y qué?.

Mientras haya salud, mientras estemos juntos, todo eso dará igual.

Pero en lo que no vamos a claudicar es en dejar de acariciar una mejilla por tener que limpiar el suelo de la cocina, no dejaremos de dar un beso por tener que enviar un email, no dejaremos de abrazarnos juntitos en el sofá por editar unas cuantas fotos, no dejaremos de contarnos y escucharnos las historietas diarias por tener que hacer un guiso complicado.

Me niego, nos negamos en rotundo. Hasta aquí hemos llegado. Lo sentimos mucho, pero señor agobio, señora frustración, no les vamos a hacer ni puñetero caso oigan. Se siente.



Feliz GRAN año nuevo a tod@s.



miércoles, 16 de diciembre de 2015

HACE ( casi) CUATRO AÑOS

El niño punk cumple cuatro añitos en 3 días. Y yo no puedo dejar de sentir una mezcla de inmensa alegría y sensación de triunfo y una sensación de tristeza al recordar aquel tiempo tan complicado.

No puedo evitar recordar el instante, aquellas palabras de mi ginecóloga cuando me comunicó que algo no iba bien. Comenzando el séptimo mes de embarazo.

De pronto me encogí y dejé de respirar literalmente. Luegollegaron muchas lágrimas que expresaban pánico, rabia y tristeza. En casa podía llorar, en errada en el baño o sola en mi cama.
En los hospitales no.

En los dos hospitales donde me intervinieron aún embarazada compartía habitación con otras mujeres en mi situación. Embarazadas de bebés que tenían problemas.

Por el día nos hablábamos, de lo que fuera, de los diagnósticos de nuestros bebès, de sus tratamientos, de cómo iban a ser los partos y primeros meses....de las ùltimas vacaciones, de nuestras familias, de nuestros trabajos, de lo que fuera.

Pero al llegar la noche, cuando solo quedaban encendidas las lámparas de emergencia y tan solo se oían los pasos en el pasillo del personal sanitario, entonces callábamos. Y llorábamos sin llorar, en silencio y sin derramar ni una sola lágrima. Cada una en su cama, cada una hecha un ovillo abrazando su barriga, su bebé.

Y es en estos días cuando pienso en las mujeres que ahora ocupan esas camas hospitalarias. Embarazadas de bebés que van a tener que pelear duro para salir adelante. Pienso en ellas, en su miedo, tristeza y sé que hay una palabra,  una pregunta en su cabeza que no las deja ni un solo segundo. PORQUÉ.

Y me gustaría poder decirlas que no hay una respuesta. No la hay. Pero sobre todo me gustaría poder decirlas que cuando se liberen de esa pregunta comenzarán de nuevo a respirar, y podrán vivir la maternidad de forma libre, sin esa pesada losa aplastándolas.

Y si, es una putada, hablando en plata, lo es, pero no merece la pena dejar que la vida, que los momentos pasen por delante y el dolor, pena y rabia impidan vivirlos en plenitud.

La vida no es perfecta, pero al menos en ocasiones nos pone en situaciones de extrema dureza para que crezcamos, de abajo arriba, mucho más arriba de lo que jamás creíamos podríamos alcanzar.



jueves, 3 de diciembre de 2015

VOLVER....

con la frente marchita las nieves del tiempo platearon mi sien. SEntir...

Y así, como Gardel, regreso a la tecla, al tap tap tap de este blog después de un año .... selvático, casi literal.

miércoles, 3 de diciembre de 2014

1, 2, 3...PROBANDO



El niño galáctico trepó hace dos días con sus casi 20 kilos hasta una baldita de Ikea de esas de 5 euros atornillada en lo alto de una pared de su habitación y se puso a andar sobre ella al tiempo que iban cayendo el barco pirata de playmobil, una caja con letras y números magnéticos, una hucha y varios objetos de colorines....

Maridín y yo al oir el ruido volamos hasta la habitación. He contado que esto ocurrió el sábado a las 10 de la noche? Y al verle andando, cuasi levitando por la baldita, aquario bajo sus pies, nos pusimos a chillar cual cochinillos en San Martín.

Fueron chillidos fruto del miedo, susto, cabreo y " nomelopuedocreer" del momento y funcionaron...pero quizá sobrefuncionaron ya que el niño galáctico se puso a llorar lagrimones y a pedir perdón y a balbucear presa del pánico. Pánico que le provocó nuestra reacción ya que hasta la misma él andaba tan pichi haciendo méritos para ingresar en Le Cirque du Soleil.

Tras meterle de nuevo en la cama, tranquilizarle y explicarle lo peligroso de su ocurrencia echamos la vista atrás y de manera cristalina vimos que lo que hizo es relativamente normal.

Los niños no controlan  los peligros y su trabajo es explorar límites y probar y probar. Y eso hizo el niño galáctico el sábado. Como hicimos todos nosotros en nuestra infancia.

Y da miedo si, pero ... comprobado que las palabras se las lleva el viento y, como mucho, se enredan en la cabellera de nuestros peques  por mucho que les expliquemos y alertemos contra peligros, accidentes, etc...ellos van a seguir explorando.

Solo queda esperar que no sean excesivamente temerarios y que su ángel de la guarda esté siempre allí, a su lado, bien cerquita. Al final de la jornada ya le pongo un cacao con galletas al angelito pero que curre, que curre.

lunes, 10 de noviembre de 2014

EPINEFRINA PAL BODY

Epinefrina, o adrenalina, esa hormona y neurotransmisor a la que la menda recurre más de lo que quisiera y que ayuda, y mucho, en situaciones un tanto extremas, volvió a contraer mis vasos sanguíneos hace pocos días.

El niño punk tuvo, otra vez, una urgencia médica. Lo que parecía un catarrete común de los de beber calditos y ponerse gorro y bufanda para salir a la calle, se torció en una nueva urgencia de esas en las que ya estoy entrenada por su uróloga. Máximo 4 horas para llegar a quirófano.

Por suerte esa mañana mi amiga epinefrina se puso a trabajar rauda y veloz e hizo que mis dedos marcaran el 112 y que en la ambulancia salieran las palabras germanas adecuadas ante el médico de urgencias para salir pitando para el hospital. Y eso nos libró del quirófano. Pero no del ingreso.

Esta vez la novedad fue que en la ninonino, perdón, ambulancia, íbamos el niño punk y yo persiguiendo el coche del médico de urgencia y detrás persiguiéndonos en su superbólido iban mi suegro y el niño nuevo que a su vez perseguía su fuente primera de nutriente. Mis pechos, vaya. Escena de película de los hermanos Marx...

Una vez en el hospital y controlada la situación, puesta la vía, el suero y antibiótico por vena ("cariño, cuando salgas te compro un dragón, pero ahora estate quieto!") llegó el nuevo problema logístico ya que el niño nuevo tenía vetada la entrada en planta.
Así que sobrevivimos más de 9 horas turnándonos mi suegro y yo niño punk y niño nuevo. Yo salía de la habitación de planta a amamantar al niño nuevo, en una silla pegada a los ascensores, cuando este berreaba de tal forma que mi suegro empezaba a suplicar la inyección letal para él.

Menos mal que en todas la historias hay un héroe y en este caso fue maridin, que se cogió un par de camisetas, el cepillo de dientes y la baja y se presentó lo antes que pudo ( 21:30 de la noche) a cuidar del niño punk el tiempo que hiciera falta.

No fue mucho, solo tres días esta vez, pero a mí se me hizo eterno ya que fue la primera vez que no pude quedarme con él en el hospital. Y yo, solo yo,  y mi amiga la "epi" sabemos dar la vara a los doctores para que nos DIGAN ALGO POR FAVOR. Tenemos tablas...







martes, 28 de octubre de 2014

SOCIALIZANDO QUE ES GERUNDIO

Según la RAE socialización es el efecto y acción de socializar. Socializar es promover las condiciones sociales que, independientemente de las relaciones con el Estado,  favorezcan en los seres humanos el desarrollo integral de su persona.

Oido cocina!.

Lo del desarrollo integral de su persona te lo tatuan en el tuétano desde el mismo momento que sabes que vas a ser madre. Y lo primero que haces es ir a San Google, teclear y leer foros y más foros  y webs y más webs sobre embarazo, maternidad, educación, crianza, etc...

Y tras haber leido millones, trillones de teorías, experiencias y consejos esás hiperpreparada para criar.

Ja!

Tengo tres retoños y todavía lo paso fatal cuando el niño punk se queda llorando no, berreando en el kindergarten cada mañana. Pero claro, tiene que socializar. Con 24 + 3 adultos en el aula cada mañana. Tiene que. O no?.

Y no me quejo que, por una mezcla de propia decisión y circunstancias de la vida yo " no trabajo" y, sobre todo el niño punk ha podido estar en casa con su madre hasta los dos años y medio.

Con el niño galáctico tuvimos que buscar escuelita infantil cuando tenía 15 meses ya que papá y
mamá tenían que trabajar a la vez para poder pagar facturas. Y a partir de ese momento comenzó un periplo de catarros, bronquiolitis, trastornos del sueño y cambios de humor que nos hacían el día a día de lo más entretenido.

Como ahorita mismo con el niño punk  que lo primero que hace al llegar a casa tras 5 horas socializando en el Kindergarten es tirarse al suelo a patalear y berrear y gritar y decir " NEEEEIIIIIINNNN"  a cualquier modo de intento de consuelo por parte de la aquí escribiente.

Y reitero lo de que no me quejo ya que las madres trabajadoras de España suelen tener que dejar a sus bebés la gran parte del día a las 16 semanas de parirles.

En España se estima que tras 16 semanas un bebé está perfectamente preparado para enfrentarse al
mundo sin su madre. Lo único que necesita es un paquete de pañales, un par de biberones, una mantita de apego y la ropita marcada con su nombre.
Esto es súper importante en las guarderías españolas para evitar el error fatal de ponerle el body de Juanito a Manolín. Dios no lo quiera!tamaña salvajada!!!

Aquí en Alemania si ambos progenitores trabajan suele ser así: La madre coge los 12 primeros meses de vida del bebé de excedencia  ( Elternzeit) cobrando entre el 65 a 75% de su sueldo a lo que se añade la ayuda al hijo ( Kindergeld)  Luego el padre coge del mes 12 al 14 del bebé de excedencia. La mayoría de madres se reincorporan en jornadas reducidas trabajando unas 3 a 5 horas diarias.

Si la madre o padre se queda en casa recibe el dinero de educación ( Erziehungsgeld) de los 12 a los 36 meses de edad del bebé. Las sumas varían dependiendo de los ingresos familiares y es un poco lío ya que son leyes que cambian mucho. Pero la ayuda está ahí. Y se agradece. El Elternzeit se puede
coger hasta los 36 meses de edad del bebé.

Y existe también el MuttersChutzt, en la que la embarazada deja de trabajar por imperativo legal emanas antes de la fecha de parto. Nada de empalma oficina con paritorio.

Hay también otro tipo de ayudas pero no me quiero liar con temas burocráticos.


Cabrea sobremanera que las cabezas pensantes de la vieja Hispania no se pongan las pilas de verdad para proteger el bien más preciado que cualquier nación y pueblo tiene: los ninos y por extensión, sus familias.

Pero en vez de eso se dedican a tramar caminos y más caminos para sacar lo que han pillado del país llevarlo a Suiza y aquí chitón.

Y mientras eso siga así los expatriados seguiremos siéndolo allí donde nuestros hijos y familias sean respetados y protegidos. Pero ese es otro tema...

Pese a todo a los peques les cuesta y les duele separarse de su madre con 4 meses y con 40 meses, aunque menos, ya que ya tienen más recursos.

Lo único que me alivia y me da consuelo es ese ratillo por la noche cuando el nino punk, relajado y cansado me cuenta cómo él y sus amiguitos han perseguido a un feroz dragón que se había escondido detrás de la casita el jardín del Kindergarten. Y mientras me lo cuenta se le iluminan los ojos y entonces pienso que si, que es tiempo de que ande cazando dragones con sus colegas.










lunes, 20 de octubre de 2014

UN AÑO MÁS

El niño galáctico cumplió años hace pocos días. Ya tiene 6 y como él dice ya es un mayor y lo sabe todo.

Se siente muy orgulloso porque con esa edad comenzará la escuela, en agosto del 2015 con casi 7 años.
La escuela, mágico lugar donde aprenderá a leer, escribir, los números y lo que necesita para convertirse en un cocinero que va a montar un zoo de animales y así se podrá casar con Ninka, una holandesita que le dio su primer beso este verano y le tiene revolucionado... ( Lo sé, siento el hormigueo y calor in crescendo, voy a ser la peor suegra del mundo).

El caso es que tocó fiestecita de cumpleaños. Lo odio, lo odio y lo super odio. Pese a que tenía claro que no iba a caer en el pánico y no iba a preparar la fiesta del siglo me tiré las semanas previas mirando por la noche tartas infantiles en San Google. En mala hora...tras una hora de estar viendo delicias en pantalla acababa cada noche atacando el bote de Nutella. Es que...acabo de dar a luz y las hormonas...ya se sabe...ejem...

Y  no solo tartas. Aquí en Alemania es común preparar un programa de jueguecitos y actividades para entretener a los monstruitos durante el cumpleaños. Desde hacer de cuentacuentos, preparar teatros, juegos variados, canciones, la búsqueda del tesoro,  alquilar castillos hinchables para el jardín, contratar payasos, traer un carrito de los helados a la puerta de casa con flatrate para los peques....

En España en los ochenta los cumples se limitaban a merendola en casa a base de triángulos de nocilla, chorizo y jamón y queso, patatas fritas y aceitunas, fanta y por último una tartita sin mayor decoración más allá de una vela coronando. Se comía, se ensuciaba, se gritaba y cuando las madres ya no podían más nos mandaban a la plaza a jugar al escondite entre los coches aparcados. Las reglas eran sencillas. Si llevabas ropa roja, te escondías detrás del coche rojo, si era azul, pues detrás del azul...
Y éramos  felices así.

Hoy no, y menos en Alemania donde dependiendo de quién los cumpleaños infantiles se convierten en una lección gastronómicoeducativa para los padres con una mesa repleta de ensalada de bio frutas,rodajas de bio pepino, juego de bio frambuesas recogidas del jardín, manualidades en origami hechas por la mater y su descendencia decorando la sala... Y se canta si...pero bajito para no molestar.

Como soy guiri me aprovecho de mi condición y me lo pongo fácil. Dos tartas chulis, sesión de cinexin ( con meterles a todos en un cuarto oscuro ya se emocionan lo que no está escrito) y piñata ( jopela lo que costó romperla...).

El niño galáctico disfrutó, el niño punk gritó todo lo que quiso y más, el niño nuevo se emocionó y babeó un montón agarrado a un globito naranja que le dejé y la menda sobrevivió.

Por suerte solo es una vez al año...ay no!! que tengo tres!!!